Un Bodhisattva es un ser que ha seguido el camino de bodhichitta, es decir, aquella condición en la cual sólo existen los deseos de dedicarse a los demás y de alcanzar la iluminación a fin de beneficiar al máximo a los otros.
Dentro de la condición de bodhichitta existen dos niveles:
Aspiración, que representa el fuerte deseo de sobreponerse a los propios límites y de realizar el potencial de beneficiar a todos los seres sintientes.
Compromiso, que implica estar totalmente comprometido en seguir aquellas prácticas que conducen a ser un bodhisattava y en evitar aquellas otras que nos alejan de esta meta.
Mientras que el compromiso en el camino del bodhisattva implica la aceptación de unos votos sagrados, la mera aspiración al estado de bodhicitta comprende dos fases y diversas prácticas asociadas a la segunda fase. Las fases de aceptación del estado de bodhichitta son:
El deseo de convertirse en un bodhisattva para el beneficio de los demás.
La promesa de no abandonar este anhelo hasta que se alcance la meta final.
Esta promesa implica tomar cinco resoluciones prácticas que el aspirante debe cumplir a lo largo de su vida. De estas cinco, las cuatro primeras nos ayudan a lograr que el estado de bodhichitta no decline a lo largo de nuestra vida presente. La quinta tiene por finalidad lograr que esta aspiración se prolongue en nuestras vidas futuras.
Las cuatro prácticas del bodhichitta que se deben seguir durante la vida presente son:
- Cada día y cada noche, recuerda las ventajas de tu propósito.
- Reafirma y refuerza tu motivación dedicando tu corazón a la iluminación tres veces cada día y tres veces cada noche.
- Procura ayudar a los demás del modo más efectivo que puedas, y hazlo con la mayor consciencia de la que seas capaz.
- Nunca te niegues a ayudar a alguien, o al menos nunca dejes de intentarlo o de desearlo, independientemente de las dificultades.
La quinta práctica que nos ayuda a seguir este camino en vidas futuras, tiene a su vez cuatro apartados. En cada uno de ellos se muestra un comportamiento negativo que hay que abandonar y uno positivo que hay que adoptar:
- No decepciones a tus maestros espirituales, progenitores ni a la Triple Gema (Budha, Dharma y Shanga). En vez de esto, sé honesto con todos ellos y con tus propios esfuerzos para seguir en el camino.
- No desdeñes o pongas faltas a los demás. En vez de esto, trata a cada persona con la que te encuentres como si fuera un maestro, ya que sólo los budas saben quién es un verdadero bodhisattva.
- No hagas que nadie se arrepienta de haber hecho algo positivo, aunque se equivoque. En vez de eso, anima a los demás a mejorar, a superar sus limitaciones, y a ser constructivos.
- No seas pretencioso cuando trates con los demás, ni presumas de tener cualidades de las que careces, ni ocultes tus carencias. En vez de eso, toma la responsabilidad de ayudar a los otros de una forma honesta, aceptando tus limitaciones y virtudes reales.