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Qué hacer en días de eclipse

Cada eclipse es un acontecimiento único, que se produce en un lugar específico de nuestra Carta Natal y que tiene un impacto directo en determinados temas que conforman nuestra vida presente. Por eso, es importante prestar atención al lugar donde se producen y a la energía que evocan en nosotros, a fin de transitarlos mejor.

Contrariamente a la creencia antigua, los eclipses no son «malos». Simplemente son acontecimientos donde se produce un cambio de ciclo, una renovación, un final y un comienzo. Por eso, para las personas que se aferran a un tipo de vida o a ciertas experiencias o relaciones, pueden ser difíciles. Pero cuando aceptamos la energía del cambio, se suelen transitar de un modo más favorable.

Aun así, como los eclipses siempre nos mueven de alguna manera, se pueden dar unas indicaciones generales para afrontar estos acontecimientos astrales.

Un eclipse genera una energía que puede ser emocionalmente muy densa para algunas personas, especialmente si es de tipo lunar. Por ese motivo, en primer lugar, es recomendable tomarse el día del eclipse como una jornada de descanso, dentro de las posibilidades de cada cual. Hay que evitar los conflictos en general, y dejar cualquier tema de diálogo que pueda causar tensión para otro día.

Los asuntos complejos de tipo laboral, se deberían evitar tanto como sea posible. También la firma de contratos o las reuniones, así como los acuerdos con otras personas. Todas esas cuestiones se deben aplazar hasta que finalice totalmente el ciclo de eclipses, que puede durar entre dos semanas y un mes.

Lo más apropiado es buscar la tranquilidad, el descanso y la relajación. También limpiar toxinas físicas o energéticas. Aprovecha para disfrutar de un baño relajante con sales, para darte reiki. O bien para realizar un paseo por el campo, por la playa o por un parque. Intenta estar en silencio y evita los ruidos estridentes, así como la música que tenga una alta carga emocional. Por supuesto, huye de las películas, las noticias o cualquier estímulo que te pueda afectar emocionalmente. Ten en cuenta que tu sensibilidad puede estar incrementada.

No es buen momento para tratamientos médicos, y especialmente para la cirugía, si se puede evitar. Si esto no es posible, al menos planifica y despeja un período de recuperación algo más largo. Pero sí es conveniente hacer limpiezas, depuración y ayuno. Es buen momento para deshacerse de objetos que son inútiles o que no nos gustan.

No conviene hacer tratamientos a las mascotas, si es posible. Es totalmente desaconsejable hacer trabajos de jardinería o en el campo, más allá de lo estrictamente necesario. No se debe plantar, trasplantar, podar ni injertar ninguna planta.

La mejor actitud es tener calma, evitar los conflictos, meditar y pensar en todo aquello que deseas dejar atrás. Si quieres, puedes escribir tus peticiones en un papel y encender una vela, pidiendo a tus guías que te ayuden a limpiar esa parte de tu vida. Cuando ésta se haya apagado, entierra ese papel o rómpelo y tíralo al contenedor.

La energía más tensa del eclipse se acumula en los días previos, puede explotar en la jornada del evento y, normalmente, baja rápidamente de intensidad en los días posteriores. Pero debes comprender que los eclipses se producen en ciclos de dos o tres seguidos. Hasta que no termina todo ese ciclo, puedes tener momentos de tensión. Luego, el siguiente ciclo tardará unos seis meses en volverse a producir. Ten en cuenta esta información.